«¡pues la historia de la Moledora, yo no la se muy bien, pero mi papá ha contado, que anteriormente aquí ha vivido una señora, ella ha tenido un hermano sencillo parecía como tonto, pero muy conocedor de brujería y curanderismo mas que la propia hermana, esta era normal pues digamos que no? En cambio el era chiquito y cojeaba. El vivía en este punto, ella sembraba aquí todo: papa, ulloco, haba, trigo, cebada, cebolla y cosas más. Pues en ese entonces la gente de Chiles venia a hacer cambios, traía de allá algo de lo que se daba en Chiles y hacían cambios de lo que tenia la señora aquí; llevaban maíz. Y pués al hermano allá abajo no le llegaba la gente y dizque un día dijo que la iba a dañar la tierra para que no se le diera nada y hizo eso de verdad, y verdad, entonces, por eso, no se le dio nada. La gente de Chiles pasaba recto para abajo donde el otro hermano y de ver eso, él que no se le daba nada, empezó a cosechar de todo.
La señora esa i la bruja! Dezque empezó a acogerse una de la gente que bajaba allá; como no tenia que comer, ella, dezque cogía se los comía.
Entonces ezque hacían grupos como de veinte o treinta personas y es que pasaban, haber si no les hacia nada, pero con todo, de los veinte que iban, cuando es que iban más abajo dezque se dieron cuenta ¡falto uno! Dezque se los bajaba por la parte de más allá y que se los traía, entonces le dieron parte al hermano, pus dizque ella está haciendo así, que ¿qué podrían hacer?. Entonces él dizque dijo que iba a acabar con ella. Entonces es que prepararon una hoguera bien grande, y a uno de ellos, el señor, el brujo, el hermano pues, dezque ya preparó la hoguera y dezque ensayo unos dos tipos para que vinieran aquí a gritarle a la parte donde ahora es San Felipe, por eso se llama a este sitio el gritadero que queda aquí debajo de este chorro, dezque puso, pues, contaba mi papá, quezque estaba ensayando. Pues puso una paila con aceite y unos dos maíces, y que los dos tipos tenían, que a lo que los maíces reventaran, tenían que estar aquí porque si no ella los alcanzaba y se los comía, entonces primero ezque mandó unos dos; cierto pero así ensayando. Pero a no gritarle todavía, a no decirle nada, entonces dezque los dos tipos habían llegado cuando los maíces habían reventado ya rato. Entonces dijo: ellos no están aptos pero primero los curo a ellos, era brujo! Mejor que la hermana. Entonces preparó otros, así mismo los curó, haciendo rezos, que, pis, sabrían hacer los de antes.
Entonces ezque mandó otros dos, y ellos sí ezque preciso cuando reventaron los maíces que el señor puso en la paila ya quezque estuvieron aquí abajo en Mayasquer. Entonces bueno, en el puente de Mayasquer, templaron bien alto, eso hay una hondonada y ahí templaron, ezque templaron un puente no? Y abajo una hoguera para que cuando ella pasara volando tras los otros dos que también venían volando, ella cayera, por eso los dos tipos, tenían que ser preparados por que tenían que llegar primero abajo.
Entonces dizque, pues los mando, que digan que manda a decir el hermano que le tenía unos dos niños, que le digan así y que se vengan. Entonces se vinieron a toda, ya los curó el señor, les mandó que desde acá abajo le griten así, ya le gritaron como les había dicho que le griten y se fueron. Entonces ellos se fueron de una. Ya dezque los alcanzaba, en parte, dezque se hacía pájaro ¡esa! No iban por el suelo, iban volando. Entonces cuando llegaron abajo, cuando iban saliendo el puente, la bruja ya iba por la mitad, ya los había alcanzado y abajo le arrancaron el cable del puente… El hermano, es el que le arrancó y ¡Esa! Cayó abajo.
¡Eso! es que dijo. ¡Venga hermana!»
«A los tiempos ha venido, siéntese»
«!No¡ -ezque dijo me ofrecieron unos niños y tengo que alcanzarlos, si no me los dan, me los como a ellos!».
«No» -es que dijo – «Yo la mandé a llamar!»
«yo se los tengo»
Dezque abrió una puerta, los tenía en el cuarto, «¡Aquí los tengo!»
¿La hoguera estaba cubierta con algo pis no? Con un cuero y allí es que estaba la silla. «Siéntese».
«Siéntese» -es que le dijo-ella se sentó y se cayó en la hoguera
Ya es que se salía. Pero allí la quemaron, se hizo ceniza.
Entonces mandó otros dos a botar esa ceniza al río, y que no regresaran a ver, y ellos regresaron a ver, y cuando regresaron a ver ezque vieron que la ceniza era mosco. ¡por eso es que hay moscos aquí!.»

Benavides Mora, J. H., Espinoza Rosero, C. J., & Portilla Melo, S. A. (2004). Mitos y leyendas de la región andina de Nariño para el imaginario infantil. Aplicación multimedial. Universidad de Nariño.
