El Padre Descabezado
Carlos Alberto, miró de reojo su reloj y precipitadamente se levantó del mullido sillón donde libaba unos tragos en compañía de una grata y concupiscente mujer, tomó su abrigo y salió a la calle, ya bajo el umbral de la puerta miró a uno y a otro lado de la oscura calle, nada o casi nada observó en medio de la tenue luz del deficiente alumbrado público del sector. Se levantó las solapas del sobre todo para cubrirse un poco de la heladez de aquella noche y comenzó a caminar pausadamente hacia la parte baja y central de la ciudad.
La Leyenda del Monasterio Embrujado
En una de las orillas de la laguna, existió un antiguo monasterio habitado por monjes que llevaban una vida de retiro y oración. Sin embargo, con el paso del tiempo, los monjes comenzaron a comportarse de manera extraña. Los pobladores cercanos afirmaban escuchar cánticos lúgubres en la noche y ver sombras moverse por el monasterio, incluso cuando se suponía que todos dormían.
El Puente de Oro de la Cocha
En las montañas de Nariño, envuelta en brumas y silencio, yace la Laguna de La Cocha, hogar de innumerables leyendas. Entre ellas, destaca la historia del Puente de Oro, una maravilla creada por una civilización ancestral que habitó sus orillas. Se dice que estos sabios, en armonía con la naturaleza y conocedores de los astros, construyeron un puente resplandeciente de oro puro, que no solo unía ambas orillas de la laguna, sino que servía como portal hacia el mundo de los espíritus. Solo aquellos de corazón puro podían atravesarlo sin temor, pues el puente distinguía a quienes eran dignos de pisarlo.
El danzante y la princesa
Cuenta el mito de la laguna de la cocha, que en los Valles de Los Andes existió un hermoso paraíso conformado por 7 grandes ciudades, sus habitantes vivían en una perfecta armonía y, una familia en particular, era la protagonista entre sus pobladores, constituida por el Cacique Pucara, la princesa Tamia y sus tres hijos: El cacique, un hombre atractivo, corpulento, fuerte, lleno de poder y riqueza y la princesa, cuya belleza deslumbraba al compás de su picardía y noble personalidad.
La leyenda de Pucara y Tamia
Según la tradición, en un fértil valle andino existían siete prósperas ciudades donde vivían el cacique Pucara, cuyo nombre significa «Fortaleza», y la princesa Tamia, que significa «Lluvia de Estrellas».
La Moledora
En lo profundo de las montañas de Nariño, en un pequeño pueblo rodeado de cañaduzales, había un molino que funcionaba desde tiempos coloniales. Su máquina principal, una vieja moledora de caña, tenía fama de ser la más poderosa de la región. Sus enormes engranajes trituraban con facilidad los tallos de caña, extrayendo el dulce jugo que luego se convertiría en panela.
Leyenda de la laguna de La Cocha
El cacique Pucara, cuyo nombre significa Fortaleza, estaba enamorado de la princesa Lluvia de Estrellas, logró conquistarla y formar con ella un hogar donde nacieron tres hijos: Lucero, Estrella y Viento. Los cinco vivían muy felices en ese valle de los Andes que albergaba a siete sobresalientes ciudades, según testimonio tradicional de los viejos pobladores del sector.
